El encrespamiento puede ser el peor enemigo de nuestra imagen si no sabemos cómo tratarlo adecuadamente. El término hace referencia al aspecto del pelo que sufre de deshidratación. Este se vuelve mucho más rebelde, lo que puede desembocar en problemas severos de estética y de manejo durante el peinado.
Una falta de hidratación general puede provocar que el pelo se encrespe.
La sequedad es el principal factor que causa este problema tan común entre personas de todo tipo. Las puntas, si se abren, contribuirán a una pérdida de brillo progresiva y a un aspecto deteriorado. La aspereza del pelo creará nudos que, al ser cepillados, provocarán una caída del cabello mucho más abundante que la de una melena sana.
Sin embargo, existen tácticas fácilmente aplicables que pueden ayudarnos a contrarrestar los efectos de la sequedad capilar, sobre todo para aquellos que viven en climas fríos o cuyo cabello tenga predisposición a ello. No importa la edad, lo maltratada que se encuentre la melena o el poco tiempo o presupuesto que tengamos disponible para su cuidado: siempre hay una solución.
Trucos que podemos empezar a poner en práctica hoy mismo.
Veamos estos consejos prácticos y sencillos con los que disminuir el encrespamiento, la caída y la sequedad capilar.
Lavarnos el pelo con agua no muy caliente (esto lo secaría todavía más), utilizar productos de confianza y usar un champú antiencrespamiento que alise el cabello de forma natural protegiéndolo de la humedad, como el de Gotas de Seda, que además, facilita el peinado. Si finalizamos el aclarado con un toque de agua fresca ganaremos un extra de brillo.
Pero solo si sabemos usarla bien. Secando el cabello a toquecitos, sin frotar y con paciencia, retirando poco a poco toda la humedad. Hacerlo con demasiada rapidez o fuerza hará que se electrice el cabello, obteniendo el efecto contrario al deseado. La mejor opción para evitar el encrespamiento son las toallas de microfibra que reducen la fricción y minimizan el encrespamiento.
Es importante dejar que el pelo se seque naturalmente. Para obtener el mejor resultado posible, desenredar con un peine de púas anchas. Si no podemos optar por esta alternativa por el clima, unos toques con el secador a una temperatura no muy elevada servirán para eliminar la mayor cantidad de humedad posible sin dañarlo en exceso.